La malla tiene aproximadamente 0,020 pulgadas de grosor.

La malla está tejida por medio de un proceso que une todas las fibras, proporcionando elasticidad en ambas direcciones.

Esta constitución permite que la malla se pueda cortar en cualquier forma o en cualquier tamaño que se desee, sin que se deshile.

Las uniones de la fibra no están sujetas a la fatiga presentada por las mallas metálicas más rígidas.

Su propiedad elástica bidireccional permite que se pueda adaptar a la variedad de tensiones encontradas en el cuerpo.

Es una malla no absorbible usada para recubrir y para reforzar heridas traumáticas o quirúrgicas, proporcionando una ayuda durante y después de la cicatrización.

La malla permanece suave y maleable, sin que perjudique la cicatrización de la herida.

El material no se reabsorbe ni tampoco está sujeto a la degradación ni a la debilitación debido a la acción de las enzimas del tejido.

Está formada por filamentos tejidos de polipropileno extruido.